martes, 1 de junio de 2010

5. Chistes de Políticos

4.

3. El loro de izquierda y el loro católico
Una viejita vivía sola con un loro que hacía tiempo había comprado a un antiguo militante de izquierda. El loro se pasaba todo el día gritando:
"Camaradas: .......¡ Muera Alan !".
Un día, los apristas del barrio amenazaron a la viejita diciéndole que si no callaba al loro, ellos mismos le darían vuelta.
La anciana, preocupada, habló con el loro y le dijo: hijito, cállate la boca y deja de meterte con los búfalos, porque si sigues provocándolos, van a venir y te van a arrancar las plumas.
Pero el loro, nada de hacerle caso a la viejita, seguía gritando :
"Camaradas: ¡ Muera Alan !".

La viejita fue a hablar con el cura de la parroquia y le explicó la situación, pidiéndole consejo, a ver si podía ayudarla. El cura le dijo: Mira hija: lo único que podemos hacer es meter a tu loro en la jaula del mío, que como pasó mucho tiempo en una casa de oración, es muy católico y se sabe de memoria la Misa, el Santo Rosario y muchas otras oraciones; veremos si de esta manera tu loro aprende a rezar y se olvida de la política.

Al cabo de 15 días, la viejita va a visitar al cura, para conocer los resultados y le pregunta: "Padre, ¿ que pasó con mi lorito ?" Entonces, el cura la mira con suma preocupación y le dice: "Yo creo que la cosa se puso peor, hija mía, porque ahora, cuando tu loro grita:
"Camaradas ¡ Muera Alan!"...el mío responde: "¡ Te lo pedimos Señor !"....

2. Un ladron le dice a su victima:
 -Esto es un asalto, ¡deme todo su dinero!- 
-¡Oigame usted no sabe con quien se esta metiendo!, ¡soy un politico muy influyente!
-En ese caso, ¡devuelvame todo mi dinero!- dijo el ladrón astuto.

1. PROPINA
Un niño necesitaba $100, y rezaba todos los días para que alguien se los regalara.
Un día decidió escribir una CARTA A DIOS pidiendo los $100 y la mandó por correo.
Cuando el Jefe de Correos vio a quién estaba dirigida la carta, determinó despachárla al Presidente GARCIA.
Alan Garcia, al recibir , quedó gratamente impresionado e instruyó a su secretaria enviar al niño $10, pensando que para un niño pequeño, esa cifra debía significar una gran cantidad.
El niño, feliz con los $10, se sentó rápidamente a escribir una carta de agradecimiento que decía:
'Gracias, querido Dios, por mandar el dinero. Sin embargo, por alguna razón que no me explico, lo mandaste a través de Palacio de Gobierno, y como era de esperar, estos corruptos sinverguenzas... se robaron $90; seguro que pensaron que era parte de su comisión.
Ni la correspondencia de Dios respetan estos maricones.'
Un abrazo